Enfermedades de la piel

Estrías

Estrías

Las estrías atróficas, son una forma de cicatrización dérmica, consecutiva a la ruptura y cambios en la configuración de la red de fibras colágenas y elásticas.

Aunque raramente son causa de un problema médico significativo, son fuente de molestia estética con gran impacto psicológico para quienes las padecen.

¿En quiénes se presentan?

Es una entidad de alta prevalencia. Se presenta aproximadamente en el 35 % de la población general y es dos veces más frecuente en mujeres. La mayor incidencia en niñas ocurre entre los 12 y 14 años, y en niños entre los 12 y 15 años.
Aparecen como resultado final de múltiples procesos fisiológicos: embarazo, exceso adrenocortical, cambios en hábitos corporales y también en una gran variedad de enfermedades.

¿Cuál es su etiología?

La etiología de las estrías es todavía desconocida debido, en parte, a la variabilidad de situaciones en las que se desarrollan. Este hecho sugiere un posible origen multifactorial.
Su aparición se explica por una combinación de predisposición genética, factores hormonales y bioquímicos, y factores mecánicos. Su patogenia se relaciona con cambios en los componentes de la matriz extracelular, incluidos el colágeno, la elastina y la fibrilina.
De acuerdo con algunos autores, las estrías resultan de la rotura de fibras elásticas debido a formas de tensión, otros las acreditan al resultado de una reacción inflamatoria aguda inicial, que determina una destrucción de fibras colágenas y elásticas, seguido de una regeneración de las fibras elásticas.
Para otros autores la alteración radica en diferencias en la capacidad contráctil de los fibroblastos que se encuentran en la estría.
Teniendo en cuenta la posibilidad de un factor genético en la patogénesis se han realizado estudios de ARNm de procolágeno I a III, elastina y fibronectina, encontrándose una disminución en la expresión de todos, que resulta en una pérdida de matriz extracelular, posiblemente por depleción de fibroblastos.

La piel es un tejido no homogéneo y las fuerzas de estiramiento pueden producir tres respuestas en ella:

- Una elongación reversible, “estiramiento elástico”, por escaso número de fibras de colágeno entrecruzadas, como ocurre en enfermedades metabólicas como el Ehlers-Danlos.
- Una respuesta rígida, “inelástica”, con rotura, que lleva a opacidad de la piel, debido a gran número de entrecruzamientos en las fibras de colágeno, como sucede en los ancianos.
- Una mezcla de las dos respuestas anteriores, que sería la responsable de la aparición de estrías en adolescentes y adultos jóvenes. En ellos existe un estado intermedio entre el colágeno rígido por entrecruzamiento y la elasticidad de un colágeno inmaduro.

Con el advenimiento del uso terapéutico de corticoesteroides tópicos o sistémicos y la aparición de estrías como efecto adverso de la utilización de éstos, se determinó su causalidad directa, al igual que en el síndrome de Cushing. También se ha relacionado con la aparición de estrías aquellas situaciones clínicas que llevan a un estiramiento rápido de la piel como el embarazo, la pubertad, rápida ganancia o pérdida de peso, enfermedades como el síndrome de Marfán y ciertos deportes como el levantamiento de pesas.

¿Cómo se manifiestan clínicamente?

Las estrías atróficas al inicio aparecen como lesiones activas de color rosado o violáceo, planas o levemente elevadas. Dependiendo del sitio donde aparezcan las estrías, a menudo puede haber prurito intenso o una molesta sensación de tensión.
Con el tiempo (meses o años) toman la coloración de la piel o ligeramente más clara, acompañada por depresión, atrofia y desarrollo de finas “arrugas” en la superficie, localizándose preferencialmente en glúteos, caderas, mamas, región inguinal, hombros, región lumbar y abdomen. El estudio histopatológico se asemeja al de una cicatriz.

¿Cómo podemos prevenirlas?

Los queratinocitos expresan localmente en la epidermis, proteínas transportadoras de agua (acuagliceroporinas), donde favorecen una mejor hidratación y el transporte de glicerina hacia todo el espesor de la epidermis. La extensibilidad, la elasticidad y los vectores de propagación de la rotura relacionada con la formación de estrías, están marcadamente influidos por el contenido de agua de los corneocitos.
Las formulaciones tópicas para disminuir la aparición de estrías aumentan la elasticidad de la dermis. Si se realizan oportunamente medidas preventivas puede inhibirse su aparición, mientras que los defectos que ya se han formado son muy difíciles de reparar.
La terapia pasiva debe tener como objetivo fortalecer la capa elástica para que sea más resistente y más distensible.

Referencias:

- Velarde, F. A. M., Pérez, M. Á. S., Moya, C. B., & Michelle, C. (2010). Efecto de una crema hidratante para prevenir las estrías del embarazo. Dermatología Rev Mex, 54(5), 273-278.
- García, C. M. J., Calderón, M. C. L., De Cadena, Á. Z., & Manrique, R. D. (2010). Factores relacionados con la aparición de estrías atróficas en mujeres adolescentes de dos establecimientos educativos privados en Medellín. 1997-1999. CES Medicina, 23(1), 69-79.
- Posada, C., & de La Torre, C. (2011). Estrías de distensión: actitud de los dermatólogos. Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica, 9(4), 314-316.

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