Enfermedades de la piel

Alteraciones Pigmentarias

Alteraciones Pigmentarias

¿Qué son las Alteraciones pigmentarias?

Son alteraciones secundarias al exceso de melanina que hacen lucir nuestra piel “manchada”.

 

¿A qué pueden deberse?

Pueden deberse a un exeso, disminución o falta de pigmento.

Dentro de las alteraciones pigmentarias, las que son secundarias a un exceso de pigmento en la piel, motivan la consulta al dermatólogo, dado que muchas de ellas afectan la estética del rostro.

¿Cuáles son las alteraciones pigmentarias secundarias al exceso de pigmento?

- Melasma: el melasma es una hiperpigmentación adquirida que compromete las mejillas, frente, nariz y piel supralabial, que afecta sobre todo a personas de fototipos altos. Se describen algunos casos en cuello y antebrazos.
Hay varios factores implicados en la patogénesis y exacerbación del melasma, entre ellos la predisposición genética y racial, el tratamiento con estrógenos y progesterona, el embarazo y la exposición a la radiación ultravioleta.
Se caracteriza por máculas de distribución bilateral y simétricas, color parduzco homogéneo y contornos definidos.

- Pigmentación post-inflamatoria: se caracteriza por máculas de color pardo pálido a intenso, residuales a un traumatismo, herida, excoriaciones, quemadura, etc. La inflamación en general estimula la actividad de los melanocitos, que son las células que estimulan la síntesis de melanina. Es más frecuente en personas con fototipos altos.

- Efélides o pecas: son pequeñas máculas de color pardo pálido, de origen genético, localizadas en áreas expuestas. Son frecuentes en personas de fototipos bajos, aparecen en la infancia y la exposición solar produce un aumento en el número, tamaño y pigmentación.

- Léntigo solar o senil: son manchas color pardo homogéneo, de 0.5 a 2 cm o más, de contornos irregulares, localizados en áreas expuestas (cara, dorso, manos, escote y antebrazos). Aparecen después de una quemadura solar o en piel senil en áreas expuestas crónicamente al sol. Se deben a un aumento en el número de melanocitos secundario al estímulo de la radiación ultravioleta.

- Melanosis de Riehl: se caracteriza por máculas pardo grisáceas reticuladas, localizadas predominantemente en la cara, pueden extenderse al cuero cabelludo, cuello, tórax, antebrazos y manos. Es más frecuente en el sexo femenino y su causa se atribuye al uso de maquillaje, jabones, desodorantes con ingredientes fotosensibilizantes, especialmente los derivados del alquitrán.

- Dermatitis por berloque: es una pigmentación parduzca intensa que sigue el trayecto de aplicación del perfume o agua de colonia que contienen aceite de bergamota, el cual ante la exposición solar intensifica la producción de melanocitos.

- Poiquilodermia de Civatte: son máculas parduzcas, con telangiectasias localizadas en áreas laterales de la cara, cuello y escote. Predomina en personas de fototipos bajos con antecedentes de exposición solar crónica. 

El tratamiento de todas las afecciones descriptas debe ser preventivo. Las secuelas pigmentarias pueden tratarse con cremas despigmentantes, peeling, luz pulsada, láser, etc. La elección del tratamiento dependerá del grado de compromiso, fototipo de piel entre otros factores. Es imprescindible el uso constante de protector solar.

Referencias:
Manaloto, R. M. P., & Alster, T.. Erbium: YAG laser resurfacing for refractory melasma. Dermatologic surgery, 1999, 25(2), 121-123. Gotlib N., Alteraciones pigmentarias. Gotlib N., Perez Damonte S., Muhafra D. DERMATO ESTETICA. Artes Gráficas El Fénix S.R.L, Buenos Aires, 2005. 89-93.