La palabra "nevo" deriva del latín naevus que significa marca de nacimiento y se emplea para describir un hamartoma, crecimiento exagerado de un tejido normal.
Las lesiones pueden ser congénitas o aparecer en distintas épocas de la vida sin causa aparente o por estímulos diversos (hormonales, el sol, etc). Una vez desarrollados pueden seguir creciendo, estacionarse o involucionar.
¿Cómo se clasifican los Nevos?
Según el componente celular predominante:
1. Nevos epidérmicos
2. Nevos epiteliales mucosos
3. Nevos anexiales
4. Nevos melanocíticos
5. Nevos despigmentarios
6. Nevos conectivos
7. Nevos vasculares
8. Nevos lipomatosos
9. Nevos mixtos
A continuación, desarrollaremos los tres primeros tipos:
Nevos epidérmicos
Son elevaciones, a veces verrugosas, siempre ásperas al tacto. Pueden ser circunscriptos o formar parte de trayectos lineales. Además, pueden ser aislados o formar parte de un cortejo de malformaciones (Nevo epidérmico sindrómico). En general se tratan por motivos estéticos.
Nevos epiteliales mucosos
- Nevo blanco esponja: son lesiones blanquecinas, habitualmente congénitas, que se observan en la mucosa oral, aunque también pueden estar en la vagina o en el recto. En general constituye un hallazgo en el examen clínico. No requiere tratamiento.
- Nevo epidérmico mucoso: se trata de la extensión hacia la mucosa oral de un nevo epidérmico de la piel vecina.
Nevos anexiales
a) Nevos sudoríparos
- Nevo ecrino: es una lesión rara que aparece comúnmente en la infancia. Clínicamente se presenta como una neoformación de la piel que pasa generalmente inadvertida y que no presenta hiperhidrosis. Existe una variante denominada nevo ecrino angiomatoso, en la cual sí hay hiperhidrosis localizada, y a veces dolor, se presenta clínicamente en extremidades inferiores y está constituida por varias neoformaciones de aspecto nodular que se unen formando placas.
- Nevo apocrino: extremadamente raro. Aparece en la pubertad. De localización más común en axilas y el tronco. Clínicamente se observa una neoformación poco evidente del color de la piel, asintomática, que se caracteriza por hiperhidrosis localizada.
- Siringoma: múltiples formaciones papuloides color piel normal o levemente amarillentas, de tamaño de una cabeza de alfiler, localizados preferentemente en párpados y cara anterior de tronco.
- Cilindroma: son tumores únicos o múltiples que aparecen en cuero cabelludo, pudiendo alcanzar gran tamaño y número. Aparece en la pubertad y se desarrolla lentamente durante la vida.
- Siringocistoadenoma papilífero: aparece en cuero cabelludo como una pequeña lesión verrugosa o erosiva.
b) Nevos sebáceos
- Nevo sebáceo simple o verdadero: aparece en niños pequeños, preferentemente en la cara, como lesiones papuloides amarillentas.
- Puntos de Fordyce: son pequeños tumorcitos tamaño cabeza de alfiler, blanco amarillentos, generalmente agrupados, asintomáticos.
c) Nevos pilosos
- Nevo piloso hipertrófico: aparición de largos pelos heterotópicos, en sitios de la piel donde es reemplazado el vello habitual.
- Nevo piloso aplásico o nevo alopécico: placa alopécica congénita, debida a la ausencia de folículos pilosos.
- Nevo comedónico: presente desde el nacimiento o que aparece en la primera infancia. La topografía típica corresponde a zonas seborreicas (cara, pecho, extremidades superiores) y morfológicamente se observan comedones abiertos que se disponen en un patrón lineal, nevoide, bilateral o zosteriforme. Se puede asociar a alteraciones oculares y esqueléticas. Al igual que en el nevo verrugoso, existe una variante inflamatoria en la que se presentan quistes supurativos y lesiones acneiformes. El tratamiento se requiere únicamente en los casos inflamatorios.
- Tricofoliculoma: pequeño tumor que aparece generalmente en la cara, con un poro central por el cual emergen vellos acrómicos.
- Lupia o quiste triquilemal: formación quística que aparece fundamentalmente en cuero cabelludo, escroto, vulva. Puede alcanzar gran tamaño.
- Tricoepitelioma: múltiples tumores pequeños color piel normal, de consistencia duro-elástica, de localización centrofacial. Aparecen en la pubertad y van aumentando lentamente en número y tamaño.
Referencias:
-Sánchez G., y Cabrera H. Nevos . Dermatología en Medicina Interna Alberto Woscoff ... [et.al.]. - 2a ed. - Buenos Aires Alfaomega Grupo Editor Argentino. (pp192-198)