Fisiología de la piel

Barrera Cutánea

Barrera Cutánea

La piel funciona como un órgano de defensa primaria contra el medio ambiente, además es un órgano sensorial, excretor y regulador crítico de la temperatura corporal.

Sus propiedades de defensa son amplias y permiten la protección contra la radiación ultravioleta, oxidantes, microorganismos y agentes tóxicos. La función de barrera de la piel se refiere específicamente al control de la pérdida transepidérmica de agua y de electrolitos.

¿Cómo está constituida la piel?

La piel está constituida por tres capas superpuestas, que de la superficie a la profundidad son:

1) Epidermis;

2) Dermis;

3) Hipodermis.

La epidermis, como epitelio de superficie, es un epitelio plano estratificado queratinizado con cuatro capas. El orden de los estratos desde el interior hacia la superficie es:

1) Estrato basal;

2) Estrato espinoso;

3) Estrato granuloso; 

4) Estrato córneo (EC).

¿Qué constituye la barrera cutánea?
La capa córnea, la película lipídica superficial, los anexos y el resto de la epidermis y dermis son los determinantes de la barrera cutánea.

¿Qué es el estrato córneo?
El EC es el producto esencial sin vida, de la división, maduración y queratinización epidérmica. Se encuentra constituido por una matriz proteica tonofilamentosa, rodeada de una envoltura cornificada que le confiere elasticidad y le da resistencia a agresiones físicas y químicas.

¿Cómo influye el EC en la hidratación de la piel?
La difusión de agua transepidérmica hacia el exterior es un proceso pasivo, dependiendo de la humedad ambiental, de la temperatura del EC y del grosor e integridad de la capa córnea.
El EC es esencialmente impermeable al agua, excepto por un pequeño influjo, que sirve para mantener su hidratación y su flexibilidad. La hidratación en las capas superficiales es crítica para facilitar la descamación, es decir, el proceso de desprendimiento de la piel en la superficie cutánea.
El EC se ha comparado con una pared de ladrillos, en la cual los queratinocitos (ladrillos) son la porción no continua, que se encuentran embebidos en la matriz lipídica (cemento). Los lípidos proveen el elemento esencial de la barrera al agua y los queratinocitos protegen contra la abrasión continua por injurias químicas o físicas. Constituyen aproximadamente el 20% del EC y es la fase continua de la barrera cutánea. Los principales lípidos son las ceramidas (50%), los ácidos grasos (10%) y el colesterol (25%).
Cada queratinocito es un complejo de proteínas insolubles que consisten principalmente en una matriz microfibrilar de queratina. La queratina puede fijar cantidades sustanciales de agua. Dentro del EC, la queratina está encapsulada en una cubierta proteica llamada envoltura celular cornificada. Ésta, está compuesta por proteínas estructurales y una capa de lípidos especializados. La monocapa de lípidos provee la interfase hidrofóbica, por lo que ayuda a mantener la función de barrera contra el agua.

La integridad total del EC, se alcanza a través de los corneodesmosomas. Dichas uniones se ven alteradas por acción de las enzimas hidrolíticas que las degradan, facilitando el proceso de descamación.
En la capa córnea el agua se encuentra fijada a sustancias hidrosolubles e higroscópicas intercelulares denominadas Factor Humectante Natural (FHN), mecanismo esencial que mantiene el balance de agua dentro del estrato córneo, y así, asegura la flexibilidad y la actividad continua de las enzimas hidrolíticas.
En el estrato córneo el agua se presenta en dos formas moleculares, estas son el agua libre y fijada. Las proporciones entre agua libre y fijada dependen de la profundidad del EC, siendo los intercambios entre ambas muy rápidos. El contenido de agua en la parte profunda del EC es del 70% y en las capas más superficiales del 25%.
La fracción de agua retenida por la piel de un adulto corresponde a 6-8 litros (10% del peso corporal), y se encuentra repartida principalmente en la dermis. El agua difunde pasivamente a través de la capa córnea según una cinética que es el reflejo de un equilibrio entre el contenido en agua de la epidermis y la humedad relativa del ambiente. A esta difusión se le denomina pérdida insensible de agua y su medición es el reflejo de la integridad de la barrera cutánea.

Referencias
1. Marcano, María Elvira; Gonzalez, Francisco. Barrera Cutánea. Dermatología Venezolana, 2006, vol. 44, no 2.
2. Gonzalez, Virgilio Santamaría; Delgardillo, Araceli Alvarado. Flora cutánea como protección y barrera de la piel normal. Rev Cent Dermatol Pascua, 2002, vol. 11, no 1.

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