Enfermedades de la piel

Trastornos de la transpiración

Trastornos de la transpiración

Los trastornos de la transpiración pueden producirse por varias razones diferentes, incluyendo la disfunción de los centros termorreguladores en la red autónoma central del cerebro, alteraciones en las neuronas o axones simpáticos preganglionares, ganglionares o posganglionares de la medula espinal, o en las sinapsis colinérgicas de las glándulas sudoríparas.

Pueden producirse anomalías en la formación de la traspiración ecrina en el ovillo secretor y en las células del conducto sudoríparo, o desarrollarse una ruptura o oclusión del conducto, lo que impide la liberación de la transpiración en la superficie cutánea.

Hiperhidrosis

Es la sudoración excesiva que el organismo produce en respuesta al calor o a estímulos emocionales que superen los estímulos fisiológicos. Cuando existe hiperhidrosis la sudoración es apreciable incluso en un cuarto con aire acondicionado, donde normalmente no es esperable, y conduce a graves disfunciones psicológicas, sociales y profesionales.

Este exceso está provocado por una sobreactividad de las glándulas sudoríparas ecrinas, principalmente de las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas o la cara. En el 60% de los casos afecta a palmas y plantas, y en el 30-40% a las axilas. Esta enfermedad suele iniciarse en la infancia o pubertad y normalmente dura toda la vida. Afecta a ambos sexos y a todas las razas.

La causa de la hiperhidrosis primaria se desconoce. La hiperhidrosis secundaria suele ser generalizada y, en ese caso, el estado de hipersudoración tiene lugar asociado a una enfermedad subyacente, como por ejemplo la hiperhidrosis que existe en el contexto de procesos infecciosos recurrentes, alteraciones endocrinas, etc.

En el contexto de hiperhidrosis, tanto la cadena simpática como las glándulas ecrinas son histológicamente normales.

También en la hiperhidrosis inducida farmacológicamente o por causas térmicas, las glándulas sudoríparas se encuentran en condiciones normales. Sin embargo, se produce una mayor respuesta sudomotora simpática en la piel,  siendo ésta suficiente para mantener la sudoración continua.

El fundamento de la hiperhidrosis  debe buscarse en el hecho de que el centro hipotalámico controla la producción de sudor de las palmas de las manos y las plantas de los pies (y en menor medida de la axila), siendo la hiperhidrosis en estas localizaciones de un origen distinto a la del sudor del resto del organismo, el cual estaría bajo control exclusivo de la corteza cerebral, sin la participación en éste de los elementos termorreguladores. De hecho, el sudor emocional parece no producirse durante el sueño o sedación farmacológica.

Hiperhidrosis primaria o idiopática

Es típicamente focal y se limita a las axilas, palmas y plantas, zona craneofacial y otras regiones específicas. No existen procesos patológicos asociados que la produzcan, y se presenta en sujetos sanos. Toda hiperhidrosis focal puede acentuarse por procesos emocionales, el efecto térmico y estímulos vasodilatadores. Además, la humedad excesiva puede provocar también la maceración de la piel y secundariamente infecciones cutáneas o mal olor (bromhidrosis).

Hiperhidrosis generalizada

Afecta a la mayor parte de la superficie corporal y, por lo general, es una manifestación de una causa subyacente. 

Hiperhidrosis secundaria

Esta entidad incluye las infecciones agudas y las crónicas, los tumores malignos, la insuficiencia respiratoria, los síndromes de deprivación alcohólicos o por drogas, etc. y otras condiciones asociadas a una alta descarga simpática, tales como el shock cardiogénico, los trastornos endocrinos como la tirotoxicosis, la diabetes mellitus, el hiperpituitarismo y el feocromocitoma.  La hiperhidrosis secundaria puede manifestarse como focal en casos de lesiones graves de la médula espinal. Los pacientes pueden mostrar síntomas de hiperhidrosis focal en la cara o en la parte superior del tronco durante meses, e incluso años, después de la lesión.

El exceso de sudoración en el lado ipsilateral o contralateral se asocia a los accidentes cerebrovasculares hemisféricos o al infarto medular, respectivamente.

Otras causas de hiperhidrosis focal secundaria son las lesiones de la cadena simpática por costillas cervicales accesorias, o por el desarrollo de un tumor intratorácico.

La sudoración facial gustatoria (síndrome de Frey) produce episodios de sudoración facial y rubor. Se considera el resultado de la interrupción de la vía nerviosa auriculotemporal.

El tratamiento se realiza con antitranspirantes con sales metálicas como el cloruro de aluminio, el clorhidrato de aluminio y el sulfato de aluminio. Se han empleado también anticolinérgicos tópicos y anestésicos locales, pero dada la necesidad de utilizar elevadas concentraciones para lograr el efecto deseado, existe riesgo de sensibilización y absorción con efectos adversos sistémicos. Otros tratamientos son: ansiolíticos, anticolinérgicos vía oral, astringentes, bloqueadores beta.

La toxina botulínica inhibe la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, afectando la inervación simpática posganglionares de las glándulas ecrinas; produciendo el cese transitorio de la producción de sudor.

En el tratamiento quirúrgico se realiza el clipaje, la ablación o la cauterización de la cadena simpática.

Anhidrosis

La anhidrosis es la ausencia de transpiración en respuesta a un estímulo apropiado, y puede producirse por oclusión de los poros, ausencia congénita o adquirida de las glándulas sudoríparas, daño a la función glandular sudorípara por inflamación de la piel, o disfunción a cualquier nivel de las vías nerviosas termorregulatorias.

Los signos y síntomas de la anhidrosis incluyen los siguientes: cantidad baja o nula de transpiración, mareos, calambres musculares o debilidad, enrojecimiento de la cara y el cuello y sensación de calor.

La falta de transpiración puede ocurrir en la mayoría del cuerpo (generalizada), en un área única o en parches diseminados.

Las áreas en donde sí ocurre la transpiración quizás produzcan una cantidad mayor de ésta, de manera que es posible transpirar mucho en una parte del cuerpo y no hacerlo en absoluto en otra. La anhidrosis que afecta una gran parte del cuerpo evita la refrigeración corporal adecuada; en estos casos, el trabajo físico extenuante y el calor pueden ocasionar calambres, agotamiento o incluso un golpe de calor.

Bibliografía:

Fealey RD, Sato K. Trastornos de las glándulas sudoríparas ecrinas y de la transpiración. Fitzpatrick. Dermatología en Medicina General. Cap 82, Tomo 2, 70 edición.

Callejas MA, Grimalt R, Cladellas E. Actualización en Hiperhidrosis. Actas Dermosifiliogr. 2010;101(2):110–118.

Eisman A, Mazuecos Blanca J, Camacho Martínez FM. Anatomía y Fisiología de la piel. Manual de Dermatología 2ª. Edición Vol I. 2018 Grupo Aula Médica.

 

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